Canciones, colores, voces, disfraces, alegría, madrugones, frío, tortilla, ilusión, atascos, lluvia, danzas, teatro...me llamo Buenaventura y mi interior es un torbellino de sensaciones. Me remueven por dentro y me encanta sentir que cada día es diferente, que estoy vivo. Intento que la gente esté como en casa y creo que lo consigo porque me visitan muchas personas cada día. De todas ellas intento quedarme con lo mejor y he oído que ellos también aprenden mucho de mi. Claro que, para eso, necesito ayuda de sabios expertos. Cuando estoy con ellos siento que soy mejor. Cada uno me aporta una cualidad que le caracteriza: esfuerzo, humor, seguridad, seriedad, constancia, simpatía, dulzura, paciencia... Todos tienen un gran valor y sin su trabajo y dedicación yo no sería el mismo. Por ello, me gustaría que todos sintiesen el reconocimiento que merece su labor.
Últimamente han estado por aquí aprendiendo con nosotros unas chicas que esperan volver pronto. Me han dicho que les ha encantado compartir su tiempo y nos dan las gracias por lo bien que las hemos hecho sentir.
Sin duda....ha sido una “Buena Aventura”
Vanesa y Tatiana (Logopedas... casi)
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