Aquí van las fotos, esperamos vuestros comentarios, chic@s.
Primero fuimos al poblado Cántabro y nuestro guía nos enseñó
unas murallas y nos explicó que los lados de las piedras eran rectos para que
encajaran bien y el camino hacia la puerta se iba estrechando para que fuera
más fácil matar a los invasores.
Nos explicaron también cómo se construían las cabañas: se
construían con madera de haya o roble porque eran las más resistentes y una
arcilla que se hacía de excremento de animal, barro y agua, y el techo era de
escoba.
Entramos dentro de dos cabañas, una circular y una
rectangular; la más grande era la rectangular.
Después fuimos a tomar el almuerzo al bosque de las secuoyas
y nos explicaron que las secuoyas pueden vivir 1.000 años y que pueden alcanzar
los 50 metros y su piel es muy rugosa.
Finalmente fuimos al parque de Ucieda y comimos allí.
Elena, 5ºD
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