Érase una vez un guerrero que se llamaba Marcus.
En la legión se comía muy mal, era para ponerles de mal humor, para cargarse a los enemigos fácilmente. Por las mañanas desayunaban un café y lanzaban jabalinas a las dianas. Por la tarde, hacían prácticas con la espada luchando contra algunos bandidos y caballeros enemigos. Un día, Marcus luchó contra un general y le derrotó por los pelos y así le dieron su emblema y se convirtió en el caballero del rey de Caelin.
Un día Marcus se hizo amigo de un chaval que se llamaba Eliwood y conquistaron el castillo de Lahus y salvaron al padre de Eliwood, Bernad.
CARLOS CORDOBILLA. 4ºA
En la legión se comía muy mal, era para ponerles de mal humor, para cargarse a los enemigos fácilmente. Por las mañanas desayunaban un café y lanzaban jabalinas a las dianas. Por la tarde, hacían prácticas con la espada luchando contra algunos bandidos y caballeros enemigos. Un día, Marcus luchó contra un general y le derrotó por los pelos y así le dieron su emblema y se convirtió en el caballero del rey de Caelin.
Un día Marcus se hizo amigo de un chaval que se llamaba Eliwood y conquistaron el castillo de Lahus y salvaron al padre de Eliwood, Bernad.
CARLOS CORDOBILLA. 4ºA
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